“Y su inmaculada esencia me tiene encantada. En un sueño profundo donde fantaseo que le confieso mis sentimientos y poco a poco me acerco a usted…le miró fijamente a sus ojos, haciendo intervalo en sus labios para pedir entre el silencio un permiso para besarlos. Me lo concede, y le beso, no de esos de una noche, no de esos vulgares, no de esos con promesas falsas, le beso con un amor puro y lleno de sentimientos sin definir, que se resumen en roces que expresan una infinidad de las veces que ha logrado que mi corazón se acelere cuando se encuentra así de cerca.
Déjeme decirle que dejar todo esto en fantasía sobrepasa de mis límites. Cuando está cerca es la inmensidad de esta alma que se ha deleitado de la suya y que cada vez no aguanta estar tan lejos.
Esta alma detesta los días que no habla con usted, detesta cuando le ve triste, detesta cuando ve que alguien más acapara la fantasía…y decide marcharse de su sentir.
Dejo mi sentir en la esquina, dejo la fantasía y retomó la monotonía que es existir en la vida entre personas que solo quieren una noche sin responsabilidades. Viera cuanto me repugna pensar que usted acabe en una de esas noches condenada a un futuro que usted no quiere pero por el buen visto de la sociedad aceptaría sentenciarse a dicha blasfemia a sus ideales.
No obstante usted siempre regresa y recoge lo que había dejado en la esquina, y viene a acumular más y más y no tiene piedad, ¿acaso no sabe que mi cabeza y mi corazón están que revientan de usted?
Necesito que su vicio a buscarme cuando quiere acabe ya que está creando un vicio en mí; a quererle a todas horas y deshoras.
No puedo concluirle porque no quiero concluirle.
Es divertido como mientras yo tengo todo esto usted está en un café o en un lugar con alguien más riendo sin siquiera tener por la mente que en las noches yo estoy entre plegarias para que el día de mañana ya no pensarle al menos un momento, yendo así poco a poco dejándole de pensar hasta que llegue el día que yo le deje como un recuerdo vago.
Hoy es una de esas noches, y usted aparece entre la plegaria.
Haciendo, como siempre, volver desde el inicio."
Déjeme decirle que dejar todo esto en fantasía sobrepasa de mis límites. Cuando está cerca es la inmensidad de esta alma que se ha deleitado de la suya y que cada vez no aguanta estar tan lejos.
Esta alma detesta los días que no habla con usted, detesta cuando le ve triste, detesta cuando ve que alguien más acapara la fantasía…y decide marcharse de su sentir.
Dejo mi sentir en la esquina, dejo la fantasía y retomó la monotonía que es existir en la vida entre personas que solo quieren una noche sin responsabilidades. Viera cuanto me repugna pensar que usted acabe en una de esas noches condenada a un futuro que usted no quiere pero por el buen visto de la sociedad aceptaría sentenciarse a dicha blasfemia a sus ideales.
No obstante usted siempre regresa y recoge lo que había dejado en la esquina, y viene a acumular más y más y no tiene piedad, ¿acaso no sabe que mi cabeza y mi corazón están que revientan de usted?
Necesito que su vicio a buscarme cuando quiere acabe ya que está creando un vicio en mí; a quererle a todas horas y deshoras.
No puedo concluirle porque no quiero concluirle.
Es divertido como mientras yo tengo todo esto usted está en un café o en un lugar con alguien más riendo sin siquiera tener por la mente que en las noches yo estoy entre plegarias para que el día de mañana ya no pensarle al menos un momento, yendo así poco a poco dejándole de pensar hasta que llegue el día que yo le deje como un recuerdo vago.
Hoy es una de esas noches, y usted aparece entre la plegaria.
Haciendo, como siempre, volver desde el inicio."
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Saludos.