Es tiempo de quemar la tortilla, claro antes debemos romper un huevo. Porque no debemos hacer cuestionamientos, sólo actuar al ritmo del corazón. Una danza flamenca entre el y el cerebro. Claro,el cerebro es más racional, el corazón es un loco soñador. Son los mejores amigos y también peores enemigos. Hablamos por facebook, el cerebro suele ser muy fino y el corazón muy chorero. Aunque ambos me brindan conocimiento, una perspectiva a mi realidad, una chispa de experiencia, todo al entorno que se me da. Carpe Diem